jueves, 6 de marzo de 2014

Reflejos en un ojo dorado

"Reflejos en un ojo dorado" es una novela de 1941, de la escritora norteamericana  Carson McCullers.
Empieza así:

"Un puesto militar en tiempo de paz es un lugar monótono. Pueden ocurrir algunas cosas, pero se repiten una y otra vez. El mismo plano de un campamento contribuye a dar una impresión de monotonía. Cuarteles enormes de cemento, filas de casitas de los oficiales, cuidadas e idénticas, el gimnasio, la capilla, el campo de golf, las piscinas… todo está proyectado siguiendo un patrón más bien rígido. Pero quizá sean las causas principales del tedio de un puesto militar el aislamiento y un exceso de ocio y seguridad; ya que si un hombre entra en el ejército sólo se espera de él que siga los talones que le preceden.
Y a veces pasan también en una guarnición ciertas cosas que no deben volver a ocurrir. Hay en el Sur un fuerte donde, hace pocos años, se cometió un asesinato. Los participantes de esta tragedia fueron: dos oficiales, un soldado, dos mujeres, un filipino y un caballo.”

Ya tenemos el escenario y los personajes, además del ambiente, un ambiente monótono, rígido, aislado y normativo, que me atrevería a decir que es una metáfora de la misma sociedad en la que vivió McCullers, y que permite a la autora manejar a sus protagonistas enfrentando sus naturalezas, pasiones e instintos en un marco de represión y convencionalismos.
Esta es la historia del capitán Penderton, absolutamente fascinado por el soldado Williams, por el que siente un deseo ambiguo, de amor-odio, y que en el fondo no deja de ser más que la expresión de su homosexualidad oculta y reprimida. Pero además Penderton es un personaje desequilibrado, oscuro y con un sadismo latente que emerge de vez en cuando y que pone al lector sobre aviso de la tragedia que acabará produciéndose y de la que Penderton será, con toda seguridad, el agente principal.
El soldado Williams, por su parte, solitario e introvertido, se sentirá fatalmente atraído por la mujer de Penderton, Leonora, bella y frívola que encarna para Williams el descubrimiento del misterio y la atracción por el sexo femenino, y que también será desencadenante del desenlace.
Esta es una novela corta, pero debe serlo porque es tal la intensidad de su tono que si fuera más larga el lector quedaría exhausto y posiblemente no produciría en él el mismo efecto. 
McCullers mueve a sus personajes duramente, sin simpatía ni concesiones a la sensibilidad. Todos y cada uno de ellos son enfermizos, primarios, condenados a fracasar en sus vidas y a provocar la desgracia en los que los rodean. Una posible interpretación que se deriva de la lectura de esta novela es que aunque la sociedad reprima los instintos y la naturaleza de algunos individuos, ésta siempre acaba aflorando, y en algunos casos, no de la mejor manera posible.
En 1967, John Huston dirigió la adaptación cinematográfica de esta novela, con Marlon Brando y Elizabeth Taylor como protagonistas principales. Este es el trailer:













No hay comentarios:

Publicar un comentario